En general, el tratamiento de ortodoncia utiliza diferentes dispositivos con la finalidad de corregir anomalías de los dientes y los huesos maxilares, obteniendo mejoras en mayor o menor grado -dependiendo del problema y las características del paciente- tanto en la función de los dientes como en el aspecto estético de la cara, así como el estado de las encías.
No se trata sólo de alinear un par de dientes porque están torcidos y se ven feos. La ortodoncia va más allá y persigue corregir problemas en la mordida, la mandíbula o la cara.
Es aconsejable una ortodoncia en todos aquellos que presenten maloclusión de los dientes, puesto que esta anomalía puede impedir una masticación adecuada. La desalineación de la mordida se clasifica en:
Tipo I: aunque los maxilares están correctamente relacionados, las piezas dentarias están adelantadas con respecto al hueso del que nacen. Puede existir apiñamiento de los dientes o no.
Tipo II: el maxilar superior está desplazado hacia delante, con los dientes muy adelantados con respecto a su base ósea.
Tipo III: la mandíbula ha superado en crecimiento al maxilar de arriba y provoca una mordida cruzada.
Alteraciones dentales: cuando la pieza dental está gravemente desplazada de su posición.
Pérdida prematura de dientes de leche: es posible que se necesite colocar un ‘mantenedor de espacio’ para que el nuevo diente.
Mordida cruzada: uno o varios de los dientes de la arcada superior quedan por detrás de los inferiores al morder es fácil de corregir en niños con un expansor fijado sobre el paladar.
Mordida abierta: se puede resolver con un expansor en niños como medida preventiva; aparatos y brackets en los adolescentes.
Línea media desplazada: se suelen emplear los brackets para hacer coincidir la línea media de los dientes superiores con la línea media de los inferiores.
Espacio entre dientes: los aparatos de ortodoncia fijos consiguen cerrar espacios moviendo en bloque todo el diente
Apiñamiento: es posible utilizar la ortodoncia con el fin de ubicar los dientes o dar a la forma de la cara una posición más normal.
Problemas de articulación de la mandíbula: en ocasiones puede resultar útil el uso de protectores bucales o de la mordida, también conocidos como férulas o aparatos.
Respiración por la boca: una placa vestibular que impida al paciente respirar por la boca puede resultar de gran ayuda en el tratamiento determinado por un otorrinolaringólogo para estos casos.
Apnea del sueño: hay algunas ocasiones en las que este trastorno es fruto de una alteración de la oclusión cuando el desarrollo de la mandíbula inferior no ha sido normal, por lo que el uso de la ortodoncia para arreglar la mordida puede ayudar en este trastorno.
Ortodoncia interceptiva: Se realiza en niños durante la dentición temporal (“de leche”) o mixta.
Ortodoncia correctiva: Se realiza cuando es necesario corregir algún tipo de maloclusión ya establecida. Existen varios tipos de ortodoncia correctiva con aparatos removibles o fijos: Aparatos removibles Son los que se puede quitar y poner el propio paciente. Aparatos fijos Brackets. Son los más conocidos y utilizados.
Ortodoncia invisible: Invisalign Es el tratamiento de ortodoncia que consiste en un sistema de alineadores transparentes realizados de manera individualizada para cada paciente.
Brackets metálicos: Los más convencionales y los primeros en salir al mercado.
Brackets zafiro: Son transparentes, cristalinos. La única parte de metal es el arco. Son de máxima estética e igual de eficaces que los metálicos.
Brackets de porcelana: Fueros los primeros brackets estéticos en salir al mercado. De color blanco opaco parecidos a los dientes.
Brackets linguales o incognito: Son los que van colocados en la parte interna de los dientes. Están hechos de manera personalizada para cada paciente.
Brackets de autoligado o sistema Diamond: Son los brackets que permiten realizar movimientos más rápidos por esto nos puede ahorrar tiempo en el tratamiento y permiten crear más espacios para alinear los dientes por lo que a veces no es necesario realizar exodoncias.
La técnica del arco recto (SWA) o Roth, ideada por el Dr. Andrews y perfeccionada por el Dr. Roth consiste en colocar los dientes en una posición ideal a través de arcos rectos que llenen el slot del bracket. Al mismo tiempo, se proporciona inclinación, rotación, torsión y posición in-out dentro del plano oclusal.
La mayor ventaja de la SWA no solo es la disminución del «tiempo de sillón» sino también la disminución en el tiempo de tratamiento.
La Técnica Alexander, utiliza diferentes tipos de brackets en un mismo caso para tornar mas eficaz el movimiento de cada diente.